Innovar para educar, en el marco de procesos de aprendizaje constructivistas, que propician la formación de sujetos con autonomía intelectual y moral. Favoreciendo el desarrollo de las diversas inteligencias que cada uno posee, a fin de hacerlos capaces de saber aprender, saber hacer y saber ser, en un entorno competitivo, diverso y cambiante.
La base de la educación es el aprendizaje activo y significativo. Tiene como premisa trabajar a partir de interés de los alumnos.